ESTADOS UNIDOS - El presidente electo, Donald Trump, dijo este sábado que Estados Unidos debería evitar involucrarse militarmente en Siria ante una ofensiva de la oposición que ha llegado a los suburbios de la capital, declarando en una publicación en redes sociales, “ESTA NO ES NUESTRA LUCHA”.
Trump hizo sus primeros comentarios amplios sobre el importante avance rebelde mientras estaba en París para la reapertura de la catedral de Notre Dame. Argumentó que el presidente sirio, Bashar Assad, no merecía el apoyo de Estados Unidos para mantenerse en el poder.
El gobierno de Assad ha sido sostenido por los ejércitos ruso e iraní, junto con Hezbollah y otros grupos aliados de Irán, en una guerra que ahora lleva 13 años, contra grupos opositores que buscan su derrocamiento.
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La guerra, que comenzó en 2011 como un levantamiento principalmente pacífico contra el gobierno de la familia Assad, ha provocado la muerte de medio millón de personas, ha fracturado a Siria y ha atraído a más de media docena de ejércitos y milicias extranjeras.
Los insurgentes están liderados por Hayat Tahrir al-Sham, al que Estados Unidos ha designado como un grupo terrorista al que atribuye vínculos con Al Qaeda, aunque ha roto lazos con éste. Hasta ahora, los insurgentes han encontrado poca resistencia por parte del ejército sirio.
El gobierno del presidente Joe Biden ha sugerido que los rápidos avances de la oposición hacia Damasco demuestran cuán distraídos están esos países por la guerra en Ucrania y otros conflictos, pero afirmó que Estados Unidos no respalda la ofensiva y no ha indicado que el ejército estadounidense intervendrá.
Estados Unidos tiene unas 900 tropas en Siria, que incluyen a las fuerzas estadounidenses que trabajan con aliados kurdos en el noreste, controlado por la oposición, para prevenir cualquier resurgimiento del grupo Estado Islámico.
Activistas de la oposición siria y autoridades regionales han observado de cerca cualquier indicio del gobierno de Biden y de la administración entrante de Trump sobre cómo Estados Unidos manejaría los repentinos avances rebeldes contra Assad.
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria llamó el sábado a realizar conversaciones urgentes en Ginebra para garantizar una “transición política ordenada” en Siria.
En su publicación, Trump dijo que Rusia “está tan atada en Ucrania” que “parece incapaz de detener esta marcha literal a través de Siria, un país al que ha protegido durante años”. Dijo que los rebeldes podrían obligar a Assad a dejar el poder.
El presidente electo condenó el manejo general de Estados Unidos de la guerra, pero dijo que la derrota de Assad y las fuerzas rusas podría ser lo mejor.
“Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, Y ESTADOS UNIDOS NO DEBERÍA TENER NADA QUE VER CON ELLA. ESTA NO ES NUESTRA LUCHA. DEJEN QUE SE DESARROLLE. ¡NO SE INVOLUCREN!” escribió en la publicación del sábado.
Mouaz Moustafa, un influyente activista de la oposición siria en Washington, interrumpió una sesión informativa con periodistas para leer la publicación de Trump, visiblemente emocionado. Dijo que la declaración de Trump de que Estados Unidos debería mantenerse al margen de la lucha era el mejor resultado que los sirios alineados contra Assad podrían esperar.
Los rebeldes han liberado a detenidos políticos del gobierno de Assad mientras avanzan por Siria, tomando ciudades. Moustafa prometió el sábado a los periodistas que las fuerzas de la oposición estarían atentas ante la presencia de cualesquier detenidos estadounidenses y que harían todo lo posible por protegerlos.
Moustafa dijo que entre ellos está Austin Tice, un periodista estadounidense desaparecido por más de una década y de quien se sospecha que fue detenido por Assad.
Hayat Tahrir al-Sham renunció a Al Qaeda en 2016 y ha trabajado para cambiar su imagen, reprimiendo a algunos grupos y combatientes extremistas islámicos en su territorio y presentándose como protector de cristianos y otras minorías religiosas.
Aunque Estados Unidos y Naciones Unidas aún lo designan como una organización terrorista, el equipo de gobierno del primer mandato de Trump informó a los legisladores que Estados Unidos ya no tenía como objetivo al líder del grupo, Abu Mohammed al-Golani.