MÉXICO - Ni el miedo al coronavirus pudo detener sus ganas de sacar sus mejores pasos e incluso quitarse el cubrebocas.
Con el mismo ánimo y sin preocuparse porque este día, la cifra de decesos por el COVID-19 está alrededor de los 200,000, muchos mexicanos llenan las calles, los restaurantes, los bares, las plazas comerciales y las playas.
"Nada más venimos acá y de acá al hotel”, argumenta María Luisa Rivera, una turista.
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Disfrutando de una mojarra, una masaje y la brisa del mar, Rivera y su familia, al igual que otros, decidieron correr el riesgo, cansados -dicen- del encierro que se decretó el 23 de marzo de 2020 por la amenaza que representaba el virus.
"Sí, sí me da miedo, que todos debemos cuidarnos y usar el cubrebocas y toda las medidas de seguridad", dice.
Ante el relajamiento de las medidas de prevención y a unos cuantos días de las vacaciones de Semana Santa, el gobierno mexicano llamó a tomar conciencia de que la pandemia aún continua.
La secretaría de Salud confirmó que actualmente la cifra de contagios está a la baja y la ocupación de los hospitales, está al 20%.
“Por favor, que esta ola no provoque una tercera ola de contagios", dice Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud.
Pero si en los próximos días, anticipó, la gente continúa movilizándose sin cuidarse, todo podría cambiar.
"Habemos un universo bastante importante de personas que todavía nos podemos enfermar y que también pudieran haber reinfecciones como hay", indicó.
En tanto, quienes han vivido o están padeciendo la enfermedad en sus hogares, esperan que las cosas no empeoren.
"Estamos pasando una situación muy difícil y espero que esto pase pronto", comenta Beatriz, quien tiene a sus padres enfermos de COVID-19.
Y exhortan a la gente a esperar para reunirse, salir o viajar y a no arriesgar su vida por un momento de distracción.