MÉXICO - Los pobladores se colocan en posición de ataque como advertencia para sus enemigos y así les hacen saber que pese a sus amenazas están listos para enfrentarlos.
"Estamos hartos de la delincuencia, del secuestro, de los 'levantones', de las violaciones a nuestras familias, a nuestras mujeres", dice uno de los integrantes de las autodefensas en el estado de Michoacán.
El grupo opera en las comunidades de tierra caliente que mantienen una guerra con el Cártel Jalisco Nueva Generación, quien ahora, aseguran, usa drones con explosivos para atacarlos.
En las últimas semanas, los miembros de las autodefensas han interceptado por lo menos media docena de esos aparatos voladores, los cuales llevan pegados recipientes listos para detonar.
En medio de la sierra, donde mantienen permanentemente sus guardias, los civiles desmontan las piezas con extremo cuidado para que las bombas caseras no se activen.
"Este es un detonador de C4 que traían los drones del Cártel Jalisco Nueva Generación para atacar a nuestro pueblo", afirma uno de los integrantes de las autodefensas.
Apenas hace unos días, integrantes del cártel que quiere usar esas tierras como ruta para el trasiego de drogas, ofreció públicamente sobornos para los miembros de la Guardia Nacional y exigió a la gente que los deje trabajar.
"Le pido a toda la gente inocente que no salgan de sus casas, no queremos afectarlos", dijo en un videomensaje el supuesto líder del Cártel Jalisco.
Pero cargando sus armas, los michoacanos de esa área, quienes durante años lucharon contra los Caballeros Templarios, aseguran que no pemitirán el ingreso de otro grupo criminal.
"No nos vamos a dejar", dice uno de sus miembros. "Queremos limpiar nuestro municipio y que nos dejen en paz".
En tanto, los comunitarios han implementado rondas de vigilancia por tierra y hacia el cielo, porque saben que en cualquier momento la que es considerada la organización delictiva más poderosa el país puede mostrarles su fuerza.
