HOUSTON - En un tranquilo complejo de apartamentos al sur del aeropuerto Hobby, en el vecindario de Gulfcrest, Houston, los residentes viven en un estado de alerta constante.
Lo que antes eran ventanas con persianas, ahora son improvisados puestos de vigilancia con cámaras de seguridad apuntando no a las puertas, sino a los vehículos estacionados.
"En la noche cuando uno está durmiendo, pues aprovechan", comenta un vecino, describiendo la audacia de los ladrones que, bajo el manto de la oscuridad y armados con linternas, exploran el interior de los autos como si fueran cazadores de tesoros urbanos.
Las víctimas son diversas, pero los objetivos parecen ser siempre los mismos: camionetas y vehículos que prometen un botín valioso. Cindy, una de las afectadas, relata cómo vaciaron su caja de herramientas, llevándose implementos valorados en unos 3,000 dólares, incluyendo una herramienta de trabajo que costaba alrededor de 300 dólares.
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El esposo de Ruth corrió con la misma suerte: su camión fue completamente desvalijado. "Uno se siente mal porque uno no tenía dinero y lo que nos pasó", expresa Ruth, reflejando la impotencia que sienten los vecinos ante estos ataques.
Aracely, otra residente, despertó para encontrar su vehículo sin ruedas. Los delincuentes no se limitan a las herramientas; también se llevan carteras y cualquier objeto de valor que encuentren dentro de los autos, a menudo rompiendo ventanas para acceder al interior.
La frecuencia de estos incidentes es alarmante. "Ya ahorita han venido dos veces este fin de semana y ahora esta semana, y en diciembre se robaron toda la herramienta", cuenta una vecina, evidenciando que el problema no es nuevo y parece estar escalando.
El Teniente Alfonso Barbosa, del Distrito Policial 2, explica que estos grupos criminales suelen trabajar en equipo y buscan "dinero rápido y fácil". Describe estos actos como "crímenes de oportunidad", donde los delincuentes intentan "pescar" cualquier cosa de valor que puedan encontrar.
"Un tipo que esté en drogas, no más está buscando para conseguir algo para volver a vender", añade el Teniente Barbosa, sugiriendo que muchos de estos robos están motivados por la adicción.
Mientras tanto, los residentes de este complejo de apartamentos siguen viviendo con el temor de que cada noche pueda traer una nueva oleada de robos. Las cámaras de seguridad y la vigilancia constante se han convertido en una triste necesidad para estos vecinos que solo buscan vivir en paz y mantener a salvo sus pertenencias duramente ganadas.
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