HOUSTON - Tensión. Así se puede describir la situación que se vive entre la comunidad de estudiantes, maestros y padres de familia de Madison High School, la escuela en la que, desde este lunes, está prohibido el uso de teléfonos celulares durante horas de clase.
El anuncio hecho el pasado viernes desató el enojo de alumnos que causaron interrupciones durante las clases, lo que obligó al cierre preventivo de la escuela ubicada en el suroeste de Houston.
En un comunicado a los padres de familia, el director de la preparatoria, Edgar Contreras, indicó que la medida fue tomada tras un par de peleas dentro del edificio.
“Los teléfonos celulares han estado en el centro de las peleas en nuestra escuela. En un esfuerzo por mantener a nuestros estudiantes y personal seguros”, dijo Contreras.
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Con la nueva medida, los estudiantes que lleven un teléfono celular deberán dejarlo en la oficina principal a la entrada de clases y recogerlo a la salida.
El pasado viernes, las directivas de la escuela contaron con el apoyo adicional de Houston ISD, así como de la policía del distrito escolar para mantener el centro educativo bajo control.
Madison High School tiene una población estudiantil de casi 2,000 estudiantes del noveno al doceavo grado. La gran mayoría provienen de familias en condición económica de pobreza. Más del 60% de sus estudiantes son de origen hispano.
De acuerdo con el Distrito Escolar Independiente de Houston, esta medida se aplicará "exclusivamente" a esta escuela, aunque no descartaron que se pueda implementar en "otras escuelas".
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