HOUSTON – El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió este jueves una proclamación que desde ya se anticipa va a generar una gran polémica con respecto a las elecciones presidenciales.
La orden de Abbot señala que solo debe haber un centro de recepción de esos votos, lo cual va en contravía de las autoridades de varios de los principales condados del estado que habían destinado una cantidad mayor para facilitar la entrega de estos votos en persona.
Por ejemplo, en el Condado Harris, las autoridades electorales habían destinado 12 centros de recibo de estos votos. Este jueves, la administradora Lina Hidalgo calificó la medida como supresión al votante.
"¿El Condado Harris es más grande que el estado de rhode Island y se supone que tengamos solo un lugar? Eso no es seguridad, eso es supresión", escribió Hidalgo en su cuenta de Twitter.
Hidalgo agregó que los votantes por correo "no tienen por qué conducir 30 millas para depositar su voto o confiar en un sistema de correo que está enfrentando recortes".
En el mismo sentido se pronunció el alcalde de Houston, Sylvester Turner, quien dijo que las autoridades deben enfocarse en hacer los procesos de votación más accesibles y "no en crear más obstáculos y distracciones".
En el condado Travis (área de Austin), se habían designado cuatro lugares.
En condados más pequeños como Starr -area del Valle del Río Grande- solo se había establecido uno.
La decisión de Abbott, que podría enfrentar una demanda ante las cortes estatales, generó el rechazo del Partido Demócrata de Texas a través de su presidente, Gilberto Hinojosa, quien dijo que esto lo están haciendo porque “los republicanos están en camino a perder (en las elecciones), así que el gobernador está intentando modificar las reglas a último minuto”.
Hinojosa recalcó que un fallo emitido por la Corte Quinta de Apelaciones de Texas este miércoles sostiene que “es muy tarde para cambiar las reglas de las elecciones”.
Esto en referencia a la petición de grupos demócratas de que se permitiera el voto directo o “straight ticket”.
Así mismo, la orden establece que los funcionarios electorales deben permitir la presencia de testigos electorales “para observar cualquier actividad conducida en los centros de votación por adelantado”.
Según Abbott, “el estado de Texas tiene la obligación de mantener la integridad de nuestras elecciones... por lo que al mejorar estos protocolos de seguridad se asegurará una mayor transparencia y se frenarán los intentos de votación ilegal”.