WASHINGTON - El presidente Joe Biden apoyó este miércoles al jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, tras las polémicas revelaciones de un libro que describe cómo este mando militar maniobró a espaldas de Donald Trump (2017-2021) y tuvo dudosos contactos con China.
Pese al huracán levantado en Estados Unidos por esa obra, adelantada el martes en extractos por el diario The Washington Post y el canal CNN, el propio Milley defendió este miércoles su comportamiento e incluso admitió que mantuvo contactos con China y una reunión secreta para boicotear a Trump.
Desde el Partido Republicano muchos pidieron la dimisión de Milley, pero el presidente estadounidense subrayó que confía mucho en él.
UN LIBRO REVELA LAS ACCIONES DEL GENERAL MARK MILLEY
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"Tengo una gran confianza en el general Milley", dijo Biden al ser preguntado por los periodistas al final de una reunión con empresarios para hablar del COVID-19.
En paralelo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, subrayó en su rueda de prensa diaria que es la obligación del jefe del Estado Mayor conjunto "seguir órdenes constitucionales para evitar una acción militar ilegal".
Refiriéndose a Biden, Psaki remarcó que "el presidente actual, que sigue la Constitución, que no fomenta la insurrección, que sigue el cumplimiento de la ley, tiene confianza plena en Milley".
En su libro "Peril" (Peligro), los periodistas Bob Woodward y Robert Costa cuentan cómo Milley tomó medidas en enero por si Trump intentaba lanzar un ataque nuclear; e incluso contactó a China para evitar un conflicto armado con ese país.
En concreto la obra detalla que dos días después del asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump, el pasado 6 de enero, Milley convocó a los altos mandos militares a una reunión secreta y extraordinaria en su oficina del Pentágono.
Allí les instruyó a no aceptar órdenes de nadie, a no ser que él estuviera también al tanto, en lo relativo a lanzar ataques militares o con armas nucleares, porque temía que Trump decidiera "actuar por su cuenta.
Además, el 8 de enero, el mismo día de la reunión secreta con líderes militares, Milley llamó a su homólogo chino, el general Li Zuocheng, para intentar apaciguarle y asegurar que todo estaba "100% estable".
Sus palabras no parecieron convencer a Li, así que Milley recomendó posponer unos ejercicios militares estadounidenses en el Pacífico y mantuvo la reunión con su equipo para contener cualquier posible orden de Trump de lanzar un ataque, señala el libro.
Fue la segunda vez en los últimos meses de Trump en el poder que Milley llamó a Li: también le telefoneó el 30 de octubre de 2020 para asegurarle que EEUU no planeaba atacar a China, un temor que circulaba entre la Inteligencia china debido al aumento de tensiones, indica el libro.
Psaki intentó excusar las acciones de Milley centrándose en el comportamiento de Trump en los momentos finales de su mandato en enero.
"El presidente en funciones fomentó durante ese periodo de tiempo la inestabilidad que condujo a una insurrección y a un ataque contra la capital de nuestra nación el 6 de enero, uno de los días más oscuros de la historia de la nación", recordó la portavoz.
Por su parte, Milley reaccionó a esas revelaciones a través de un comunicado de su portavoz, el coronel Dave Butler, donde básicamente defendió su actuación.
Butler destacó este miércoles que el jefe del Estado Mayor Conjunto suele comunicarse habitualmente con sus homólogos de otros países, incluidos China y Rusia, y que este tipo de conversaciones son "vitales" para promover el entendimiento de los intereses de seguridad nacional de EEUU, reducir tensiones y evitar conflictos.
"Sus llamadas con los chinos y otros en octubre y enero fueron en virtud de estas obligaciones y responsabilidades para transmitir garantías para mantener la estabilidad estratégica", dijo Butler.
El portavoz aseguró que todas las llamadas de Milley con sus homólogos extranjeros son coordinadas y notificadas al Departamento de Defensa.
En alusión a la reunión secreta, el portavoz de Milley indicó que el jefe del Estado Mayor suele llevar a cabo encuentros con dirigentes militares del país para garantizar que todos están informados de los asuntos de actualidad.
"La reunión sobre los protocolos de armas nucleares fue para recordar a los líderes uniformados en el Pentágono de los procedimientos firmes y establecidos desde hace tiempo a la luz de las informaciones de los medios sobre el tema", dijo Butler.
Estas explicaciones no han servido para calmar los ánimos soliviantados de los republicanos, que piden desde el martes la dimisión de Milley.
El propio Trump arremetió contra él este miércoles pidiendo que sea juzgado por "traición", si la historia del "tonto del culo" de Milley es cierta en lo que respecta a sus contactos con su homólogo chino, "a la espalda del presidente" y comunicando a Pekín que les avisaría antes si había un ataque.
En una entrevista el martes por la noche al medio de derechas NewsMax, el exmandatario negó que en ningún momento pensara atacar China.
Por su parte, el senador conservador por Florida Marco Rubio instó este miércoles a Biden a despedir a Milley por sus contactos con responsables chinos: "Estas acciones del general Milley demuestran una falta clara de juicio sensato, y le insto a destituirlo de inmediato", dijo Rubio.