Waterbury

“Tengo el corazón roto”: rompe el silencio madre de víctima que estuvo en cautiverio por 20 años

La víctima prendió fuego a su casa intencionalmente para poder escapar. Fue encontrado demacrado tras sufrir "abuso prologando", según autoridades. Su madre habló en exclusiva para NBC Connecticut.

Telemundo

La madre biológica del hombre que dijo haber estado cautivo en una casa de Waterbury, Connecticut durante 20 años dieron sus testimonios después de su rescate.

La madre biológica del hombre que dijo haber estado cautivo por dos décadas en una casa de Waterbury, Connecticut, tras aparentemente haber sido raptado y escondido por su madrastra, rompió el silencio sobre el misterioso caso.

La mujer de 52 años, que prefiere permanecer en el anonimato, se mostró muy emotiva al revelar que la noticia la dejó en shock, pues llevaba dos décadas buscando a su hijo, según dijo en exclusiva a nuestra estación hermana NBC Connecticut.

El hombre de 32 años fue encontrado el pasado el 17 de febrero en la propiedad en el sur de Connecticut. Lucía muy demacrado y era evidente que sufrió "abuso prolongado, inanición, negligencia severa y trato inhumano", según informó la policía.

Su madrastra, identificada como Kimberly Sullivan, de 56 años, fue arrestada esta semana por cargos que incluyen secuestro, agresión y privación ilícita de la libertad.

Los abogados de Sullivan han reiterado que la madrastra del joven es inocente y culpan a su difunto esposo por la crianza de su hijo.

El hombre contó que su madrastra lo mantuvo cautivo durante 20 años y que él mismo provocó el incendio para escapar, según la policía.

Así se enteró de la noticia de su hijo

La semana pasada, la madre de la supuesta víctima recibió una llamada de su hermana diciéndole que finalmente lo habían encontrado y está consternada al saber lo que ha sufrido y la condición en la que fue encontrado.

"Estoy desconsolada... Todavía no lo puedo comprender. ¿Cómo puede alguien tratar a alguien así?”, dijo la mujer. Y agregó: "Todos lo queremos. Yo lo quiero. Es tan fuerte y estoy muy orgullosa de él por hacer lo que tenía que hacer. Ojalá lo hubiera hecho antes".

La madre de la víctima dijo que había cedido la custodia cuando él era niño, pero que eso no le impidió intentar estar en su vida. Sin embargo, explicó que el difunto padre del entonces menor y la madrastra, Kimberly Sullivan, no lo permitieron.

“Ninguno de los dos. No sé si ella lo controlaba”, comentó. "Tengo el corazón roto".

Su hija, hermanastra de la víctima, dijo que usó redes sociales y otras herramientas para localizarlo durante años, sin éxito.

“Solo quiero que sepa que tiene una hermana mayor, y que siempre supe de su existencia, que siempre lo he querido y que siempre he estado tratando de encontrarlo. Llevo más de una década buscándolo. Quería esperar hasta que cumpliera 18 años. Ya casi tengo 35. No había nada… ni redes sociales, ni registros judiciales”, dijo su media hermana.

El hombre, que ahora tiene 32 años, pesaba solo 68 libras cuando escapó prendiendo fuego a la casa, según las autoridades de Waterbury, Connecticut.

Más detalles sobre el aterrador caso

La madre dijo que espera que todos los involucrados enfrenten cargos.

“Todos en ese hogar necesitan ser acusados, y ella (Sullivan) necesita pasar el resto de su vida aislada y (tomando) con dos vasos de agua al día”, dijo la madre de la víctima.

La mujer agregó que aún no se ha contactado con su hijo, pero espera hacerlo en el futuro.

¿Cómo logró escapar de su casa?

El hombre de Connecticut, presuntamente retenido y privado de comida por su madrastra durante más de dos décadas, escapó de la pequeña habitación donde estaba encerrado tras prender fuego a su casa, según las autoridades.

Cuando las autoridades respondieron al incendio en Waterbury, al suroeste de Hartford, el 17 de febrero, encontraron a un hombre de 32 años gravemente demacrado que no había recibido atención médica ni dental en años.

Las autoridades acudieron al domicilio familiar a las 8:42 p. m. tras recibir un informe de un incendio activo.

El hombre, que estaba recibiendo tratamiento por inhalación de humo, declaró ante un agente que había provocado el incendio con un encendedor, desinfectante de manos y papel.

"Quería mi libertad", explicó, según la declaración jurada.

Su madrastra, Kimberly Sullivan, de 56 años, se encontraba en casa en ese momento y se negó a hablar con la policía, según declaró el jefe de policía Fernando Spagnolo en una entrevista.

Spagnolo afirmó que, en sus 33 años de experiencia en las fuerzas del orden, "este es probablemente uno de los peores actos de inhumanidad que he presenciado".

Un familiar que visitó al hijastro tras su liberación comparó su condición con la de un superviviente del Holocausto.

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