WASHINGTON - Si el gobierno federal cierra el sábado, numerosas agencias financiadas con fondos públicos dejarán de funcionar y sus empleados no cobrarán, pero los cheques del Seguro Social seguirán saliendo.
El Seguro Social se considera un programa obligatorio y no está financiado por los proyectos de ley de asignaciones a corto plazo aprobados por el Congreso y firmados por el presidente.
Eso significa que sus operaciones y financiamiento no se detienen cuando el gobierno cierra.
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Esto es importante para una gran parte de los estadounidenses, ya que alrededor de 67 millones de personas reciben actualmente beneficios mensuales del Seguro Social, según la Administración del Seguro Social.
Esos beneficios se destinan principalmente a los jubilados, pero también a las personas con discapacidad y a los dependientes de los beneficiarios fallecidos.
Los beneficios de Medicare y Asuntos de Veteranos también continúan distribuyéndose durante el cierre.
El gobierno federal cerrará a las 12:01 a.m. ET del viernes si el Congreso no aprueba un proyecto de ley para proporcionar más fondos.
La Cámara de Representantes votará este martes el plan del nuevo presidente de esa corporación, el republicano Mike Johnson, para mantener abierto el gobierno antes de un posible cierre el próximo viernes.
El Congreso afronta por segunda vez en pocas semanas el riesgo de provocar un cierre administrativo por falta de fondos, lo que se conoce como "shutdown", si republicanos y demócratas no alcanzan un acuerdo presupuestario antes del viernes por la noche.
Se espera que los representantes aborden el proyecto de ley de financiación provisional. Johnson necesitará la ayuda de los demócratas para lograr su aprobación en la Cámara.
La propuesta de Johnson es considerada una resolución continúa "limpia" (CR, por sus siglas en inglés), pues no contempla recortes de gastos ni cláusulas políticas controvertidas, una concesión significativa a las demandas de los demócratas.
El enfoque de dos pasos extendería la financiación para parte del gobierno -incluidos los departamentos de Agricultura, Transporte y Asuntos de Veteranos- hasta el 19 de enero y financiaría el Departamento de Defensa y otras partes restantes del gobierno hasta el 2 de febrero.
Además de retrasar la lucha por los recortes de gastos hasta el próximo año, la propuesta de Johnson no incluye otros temas políticamente espinosos como la ayuda económica a Israel, Ucrania o Taiwán; ayuda humanitaria para palestinos, y disposiciones de seguridad fronteriza, entre otros.
Esos temas espinosos se suspenderán hasta después de Thanksgiving.
Sin embargo, extendería el proyecto de ley agrícola hasta el 30 de septiembre, un gran incentivo para los legisladores rurales y demócratas a quienes les gustan los programas federales de alimentación y nutrición para familias de bajos ingresos.