MOSCÚ - Evan Gershkovich, el periodista estadounidense que ha estado preso por más de un año en Rusia, acusado de espionaje, enfrentará un juicio en la ciudad de Ekaterinburgo en los montes Urales, señalaron las autoridades el jueves.
La acusación contra el reportero del Wall Street Journal ha sido concluida, y su caso se presentó ante el Tribunal Regional de Sverdlovsky, a unos 1,400 kilómetros (870 millas) al este de Moscú, según la Procuraduría General de Rusia.
Gershkovich está acusado de “recopilar información secreta” para la CIA acerca de Uralvagonzavod, una instalación en la región de Sverdlovsk donde se produce y repara equipo militar, dijo en un comunicado la Procuraduría General, revelando por primera vez los detalles de la acusación contra el periodista.
Las autoridades no dieron ninguna prueba que respaldara las acusaciones. Tampoco indicaron cuándo iniciaría el juicio.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. >Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Houston aquí.
Gershkovich fue detenido en marzo de 2023, en un viaje de trabajo a Ekaterinburgo, y fue acusado de espiar para Estados Unidos. El reportero, su empleador y el gobierno estadounidense niegan las acusaciones, y Washington dice que fue detenido injustamente.
El Servicio Federal de Seguridad, conocido como FSB, afirmó en aquel momento que el periodista actuaba bajo las órdenes de Estados Unidos para recopilar secretos de Estado, pero tampoco proporcionó pruebas.
El presidente Vladímir Putin ha dicho que, en su opinión, puede alcanzarse un acuerdo para liberar a Gershkovich, insinuando que estaría abierto a intercambiarlo por un ciudadano ruso preso en Alemania, que al parecer es Vladim Krasikov. Éste cumple una condena de cadena perpetua por el asesinato en 2019 de un ciudadano georgiano de ascendencia chechena en Berlín.
Al ser interrogado la semana pasada por The Associated Press acerca de Gershkovich, Putin dijo que Estados Unidos está “dando pasos enérgicos” para garantizar su liberación. Afirmó que esas liberaciones “no se deciden a través de los medios masivos de comunicación” sino mediante “un enfoque discreto, tranquilo y profesional”.