SAN DIEGO - Un video grabado con un teléfono móvil muestra a agentes fronterizos del puerto de entrada de San Ysidro, en California, apuntando con sus armas a una familia que regresaba a casa tras un funeral en México el jueves de la semana pasada.
Según la familia, fue un caso de confusión de identidad, ya que los agentes buscaban a alguien con el mismo nombre que uno de sus integrantes.
Joshua Durazo dijo que lleva toda la vida cruzando la frontera varias veces al mes. Ese jueves regresaba a Estados Unidos del funeral de su primo con varios familiares, cuando el viaje dio un giro.
"Le entregué a la señora toda nuestra documentación y cuando le entregué la documentación, ella miró inmediatamente a dos oficiales, y dijo que sí", narró Durazo. "Ella asintió con la cabeza y dijo: 'Sí'. Y los dos agentes y ella corrieron inmediatamente detrás de todas las furgonetas y empezaron a sacar a todo el mundo de los vehículos", agregó.
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Durazo afirma que los agentes sacaron sus armas y ordenaron a todos que salieran del coche, uno a uno, incluidos dos niños y su tía de 75 años, que acababa de velar a su hijo.
"Fue terrible. Lo peor fue ver a los niños, ya sabes, siendo detenidos con las armas apuntando. Sinceramente, tenía mucho miedo por mis hijos. Esa es la parte más dura", relató.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) no ha respondido a las solicitudes de información, incluidas las preguntas sobre el protocolo para este tipo de encuentros, así como si la agencia está investigando este incidente.
EEUU
"No se puede explicar con palabras, ¿sabes? Saber que las armas están ahí apuntándoles y que no puedes hacer nada al respecto, ni detenerles. Tenía muchas ganas de gritar algo o salir corriendo, acercarme a ellos, pero tenía miedo de que si lo hacía, dispararan a alguien", manifestó Durazo.
El hombre afirmó dijo que los agentes le hicieron quitarse la camisa y ponerse de rodillas. En el video se ve cómo los agentes dicen a los miembros de la familia que caminen hacia atrás, con las manos levantadas, hacia ellos. Durazo dijo que esposaron a cada miembro de la familia y los llevaron a un cubículo de retención, donde descubrió que buscaban a un hombre llamado Jorge González, el nombre de su primo, pero también muy común.
"Dijeron que su nombre era bastante común y que coincidía con un nombre que estaban buscando. Así que dijeron que no era él, pero que iban a tomar huellas dactilares para intentar descartar que siguiera teniendo problemas, y ya está. Y nos dejaron ir", explicó Durazo.
"Me parece ridículo. Creo que deberían haber hecho un mejor trabajo. Creo que tenemos mucha tecnología que debería ayudarles a localizar a las personas exactas", continuó. "Simplemente lo estereotiparon, ¿sabes? Se limitaron a decir el nombre, y nos tacharon a todos por ello, lo cual está fuera de lugar", señaló.
Durazo dijo que su tía estaba tan abrumada, que tuvo que ser llevada de urgencia al hospital.
Afirmó también que su hijo de 15 años, jugador de fútbol y luchador de Muay Thai, quedó tan traumatizado que no ha podido volver al colegio desde entonces.
"Me rompe el corazón. Ha ganado campeonatos, ha ido a todas partes, estaba a punto de ir pronto a Tailandia, y ahora se ha venido abajo", lamentó Durazo.
El hombre dijo que tiene que volver a México para cuidar de su ahijada, la niña de cinco años de su primo fallecido. Pero esto ha cambiado su enfoque.
"Sinceramente, tenemos miedo de ir a México. Y no es para ir a México. De hecho, es para volver", aseguró.
Durazo dijo que quería contar la experiencia de su familia, en parte porque podría ocurrirle a cualquiera con un nombre común.