Canadá y Estados Unidos han acordado mantener su frontera cerrada por la pandemia de COVID-19 hasta al menos el próximo 21 de julio, anunció este martes el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Trudeau señaló durante una rueda de prensa que el acuerdo "es una importante decisión que mantendrá seguras a las personas en ambos países".
Inicialmente, Ottawa y Washington acordaron en marzo el cierre temporal de la frontera, excepto para los viajes considerados esenciales y el tráfico de mercancías, con el fin de ralentizar la propagación de COVID-19.
En Canadá el ritmo de transmisión de la enfermedad ha disminuido de forma significativa, pero en Estados Unidos la situación es muy distinta y las autoridades canadienses han expresado su temor de que la reapertura de la frontera y el tráfico de turistas provoque un aumento de los casos de COVID-19.
Los jefes de Gobierno de las 10 provincias de Canadá solicitaron recientemente durante una reunión con Trudeau el mantenimiento del cierre del límite con el país vecino.
A la fecha, Canadá suma 99,426 casos de COVID-19 y 8,213 muertes. La mayoría de estos casos se concentran en dos provincias: Quebec y Ontario.
Mientras, en Estados Unidos ya hay 2,119,912 casos confirmados y las muertes suman 116,341. Aunque 21 estados siguen registrando aumentos semanales de contagios, el país está relajando las medidas de confinamiento económico y social, por lo que los expertos temen un incremento de los infectados.
Canadá y Estados Unidos ya han extendido el cierre de la frontera en tres ocasiones, aunque las autoridades canadienses han relajado las restricciones para permitir en los últimos días que familiares inmediatos de ciudadanos canadienses o residentes permanentes puedan viajar al país.
Los familiares que entran en Canadá no pueden tener síntomas de la enfermedad y deben permanecer en cuarentena durante 14 días para evitar posibles brotes de COVID-19.
Por su parte, el Gobierno de México anunció este martes un acuerdo con EEUU para prorrogar 30 días, hasta el 21 de julio, las restricciones a los viajes terrestres no esenciales en su frontera común para combatir la propagación del coronavirus.