El expresidente habló por primera vez sobre el intento de asesinato en su contra. Esto dijo durante su discurso en el cierre de la Convención Republicana. Para ver más de Telemundo, visita https://www.nbc.com/networks/telemundo
El balazo que impactó la parte de arriba de la oreja derecha del expresidente Donald Trump hace una semana en un acto de campaña, pasó a menos de un cuarto de pulgada de su cabeza y provocó un profuso ensangrentado debido a la naturaleza vascular de la oreja.
Así detalló lo que pasó con la herida el doctor Ronny L. Jackson, quien visitó al exmandatario el sábado, horas después del atentado, en Bedminster, Nueva Jersey. Jackson supo ser el médico de cabecera de Trump durante su mandato.
La campaña electoral de Trump difundió la carta escrita por el médico, quien dijo que “la bala pasó, a menos de un cuarto de pulgada de entrar en su cabeza, y golpeó la parte superior de su oreja derecha. El rastro de la bala produjo una herida de 0.78 pulgada de ancho que se extendía hasta la superficie cartilaginosa de la oreja”.
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“Inicialmente hubo un sangrado significativo, seguido de una marcada hinchazón de toda la parte superior de la oreja. Desde entonces, la hinchazón se ha resuelto y la herida está comenzando a granular y sanar adecuadamente”, añadió el médico.
“Debido a la naturaleza altamente vascular del oído, todavía hay sangrado intermitente que requiere la colocación de un vendaje. Dada la naturaleza amplia y contundente de la herida en sí, no se requirieron suturas”
“El presidente fue tratado inicialmente por el personal médico de Butler Memorial Hospital en Butler, Pensilvania, quienes hicieron un excelente trabajo evaluando y tratando su herida. Quiero agradecerles por su excelente atención. Proporcionaron una evaluación exhaustiva para detectar lesiones adicionales que incluyeron una tomografía computarizada de su cabeza”, afirmó Jackson.
“En resumen, el expresidente Trump se encuentra bien y se recupera como se esperaba de la herida de bala sufrida el pasado sábado por la tarde. Estoy muy agradecido de que le hayan salvado la vida. Es un absoluto milagro que no lo mataran”, finalizó.
El atacante fue identificado como Thomas Crook, un joven de 20 años que vivía no lejos de Butler, Pensilvania, donde ocurrió el atentado.
Se desconoce hasta el momento el motivo. Crook fue abatido por las fuerzas de seguridad.
