Grupos estudiantiles y de defensa jurídica le pidieron al Departamento de Agricultura de Estados Unidos que elimine el requisito de entrevista para que los solicitantes del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) reciban ayuda alimentaria.
La Red Nacional de Defensa Legal de Estudiantes, el Center for Law and Social Policy y la Comisión de Ayuda Estudiantil de California se encuentran entre las organizaciones que piden su eliminación.
Un portavoz del Departamento de Agricultura dijo que la agencia revisa la propuesta.
El SNAP ayuda a las familias de bajos ingresos a complementar su presupuesto para que compren alimentos, refrigerios y bebidas no alcohólicas.
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Se calcula que 42 millones de estadounidenses reciben ahora esa prestación mensual por un promedio de $212 dólares por persona o $401 dólares por hogar.
Actualmente, dentro de los 30 días posteriores a la presentación de una solicitud para el programa SNAP, una agencia estatal debe completar una entrevista de certificación inicial del solicitante, ya sea por teléfono o en persona.
Las entrevistas agilizadas pueden realizarse dentro de un período de siete días para personas con necesidades especiales que cumplan con ciertos criterios de ingresos.
Los trabajadores agrícolas estacionales, los migrantes y algunos otros hogares también podrían recibir entrevistas agilizadas.
Después, los hogares elegibles reciben un aviso que indica su período de certificación, o por cuánto tiempo recibirán las prestaciones del SNAP. Antes de que finalice ese período, la oficina local del SNAP que le corresponda al participante se comunica con él para brindarle información sobre cómo volver a certificarse.
Aviana Kimani, de 24 años, estudiante de la universidad West Los Angeles, recibió las prestaciones del SNAP durante año y medio antes de abandonar el programa, dijo, en parte debido a la dificultad de programar la entrevista obligatoria de recertificación.
En un principio, Kimani se había inscrito para recibir asistencia alimentaria a través de su banco de alimentos local, pero encontró difícil el proceso de acudir personalmente a la oficina de servicios sociales para renovar su elegibilidad durante el horario de atención debido a sus obligaciones laborales y escolares.
En ese momento se estaba mudando, refirió, y en su caso todo dentro del programa de asistencia SNAP se tramitaba a base de papeleo, lo que significaba que había un reto adicional para mantenerse al día con el proceso y cambiar su dirección después de la mudanza.
“No puedes elegir la hora simplemente te es asignada y, debido a que generalmente es durante el día, puede ser un inconveniente si trabajas o vas a la escuela”, dijo Kimani.
“Tampoco sabes cuánto durará la llamada. Si no tuviera que pasar por el proceso de evaluación, definitivamente habría recibido la prestación por más tiempo. Pero si no te mantienes al día, te sacan”.
Cuando el programa SNAP fue establecido en 1978, el Departamento de Agricultura conservó el requisito de entrevista que había heredado del programa anterior de cupones para alimentos, y recalcó que la entrevista ayuda a la agencia a comprender las circunstancias de un hogar y al hogar a comprender el programa.
“Sobre la base de experiencias pasadas, el departamento cree que la entrevista es de vital importancia para el proceso de certificación y debe ser monitoreada y regulada cuidadosamente”, señaló la agencia en ese momento.
Pero las entrevistas no son obligatorias bajo la ley federal que rige al programa SNAP, señalan las organizaciones que realizan la petición al gobierno para que las elimine. Argumentan que el requisito regulatorio actual es un obstáculo burocrático obsoleto.
Una revisión efectuada en 2021 de los datos para inscribirse en California encontró que al 31% de los solicitantes del SNAP en el condado Los Ángeles se les negó el programa por no haber concertado su entrevista, en comparación con sólo el 6% a quienes se les negó por no cumplir con los requisitos de elegibilidad. Las denegaciones a quienes no cumplieron con sus entrevistas fueron aún mayores entre familias trabajadoras y solicitantes de ingreso a la universidad, lo que afectó hasta al 40% de los peticionarios que de otro modo hubieran sido elegibles.
Allan Rodriguez, secretario de prensa del USDA (por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura, dijo que el 78% de las personas elegibles para el SNAP participaron en el programa y recibieron prestaciones desde octubre de 2019 hasta febrero de 2020, el último período previo a la pandemia de COVID-19 del que hay datos disponibles.
Durante la pandemia, cuando las entrevistas y otros requisitos fueron atenuados, el USDA alentó a los estados a utilizar la flexibilidad existente para el programa con el fin de mejorar el acceso al SNAP, tal como el uso de solicitudes para el SNAP en línea o por teléfono, o al permitir a los participantes permanecer en el SNAP sin volver a solicitar la máxima cantidad de tiempo permitida.
Según Ty Jones Cox, vicepresidenta de asistencia alimentaria del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas, una organización apartidista para mejorar las políticas estatales y federales, los cambios contribuyeron a que el hambre se mantuviera estable en 2020, en lugar de que aumentara durante la etapa inicial de la pandemia. Eso contrasta con la recesión de 2008, cuando se incrementó del 11.1% al 14.7%.
“El hambre estaba a punto de dispararse al principio de la pandemia de COVID-19, pero la estructura y los cambios de políticas del SNAP le facilitaron a las familias el acceso al SNAP durante este período”, señaló.
Kimani dice también que la pandemia mostró que se puede realizar el cambio de política.
“Durante la pandemia del COVID-19 permitieron que las personas fueran recertificadas automáticamente para seguir recibiendo sus prestaciones, en lugar de utilizar una cita en persona para determinar la elegibilidad”, explicó. “Me pregunto por qué no podemos continuar así para garantizar que la gente no pierda las prestaciones”.
En un informe reciente, el Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas encontró que el requisito de la entrevista “puede ser una forma importante para que los estados recopilen información precisa y para que los solicitantes obtengan respuestas a sus preguntas, pero puede resultar una tarea que requiere mucho trabajo y retrase la aprobación”.
El presidente de la Red Nacional de Defensa Legal de Estudiantes, Aaron Ament, dijo que con mucha frecuencia la organización escucha acerca de los obstáculos que enfrentan los estudiantes para programar las entrevistas SNAP que pide el gobierno mientras al mismo tiempo hacen malabarismos para cumplir con el trabajo escolar, un empleo y el cuidado de niños o ancianos.