ATLANTA - El proceso electoral para elegir a los dos senadores por Georgia y que determinará el control de la Cámara Alta de Estados Unidos arrancó este lunes con el inicio del voto anticipado en medio de una controversia sobre la reducción del número de centros de votación, una medida que varias organizaciones aseguran podría afectar a hispanos y afroamericanos.
En estos cruciales comicios de segunda ronda, que se celebran el próximo 5 de enero, los candidatos demócratas, el periodista Jon Ossoff y el reverendo afroamericano Raphael Warnock, buscarán arrebatar sus escaños a los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler, respectivamente.
Los primeros centros de votación abrieron a las 7 a.m., hora local (12.00 GMT), y en varios de ellos ya se habían formado filas desde tempranas horas, como en el State Farm Arena, donde juegan los Hawks de Atlanta - el equipo de baloncesto profesional - en el centro de la capital de Georgia, uno de los mayores sitios para votar que se habilitaron en el estado.
Para este periodo de votación temprana, que se extiende por tres semanas, se espera una alta afluencia de votantes, porque está en juego el control del Senado en Washington, sin embargo, algunos de los condados más populosos del estado habilitaron menos casillas electorales, especialmente en comunidades de minorías, según denuncian grupos defensores de los derechos civiles.
Uno de ellos fue Cobb, con la tercera mayor población del estado (760,000 habitantes), que redujo de manera significativa el número de sitios para votar en comparación con los habilitados para las elecciones generales de noviembre, al reducir los sitios de 11 a 5, bajo el argumento de que carecía de personal para abrirlos todos.
“Si bien es probable que los cierres afecten negativamente a muchos votantes del condado de Cobb, nos preocupa especialmente que estos cierres sean perjudiciales para los votantes negros y latinos del condado de Cobb porque muchos de las ubicaciones están en comunidades negras y latinx”, advirtió el Southern Poverty Law Center (SPLC) y la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU), entre otras varias organizaciones.
Ante el aluvión de críticas, Cobb anunció a última hora que habilitaría otros dos sitios en la última semana de votación temprana.
Otro condado que redujo el número de centros de votación fue Hall, donde se encuentra la ciudad de Gainesville, la llamada “capital mundial del pollo”, una industria que emplea a miles de hispanos, que cortó a la mitad el número de localidades, de ocho a cuatro, así como también Forsyth, que abrió solo cinco de los once que habilitó para los comicios generales.
El periodo de votación temprana arranca la misma semana que el presidente electo Joe Biden tiene previsto acompañar a los candidatos demócratas en un acto de campaña en Atlanta, en su primera visita a Georgia desde que ganó la presidencia.
Este lunes, de hecho, el Colegio Electoral emitirá sus votos para ratificar la victoria del demócrata ene las presidenciales.
Ante el repunte de casos de coronavirus en Georgia, para estas elecciones más de 1.2 millones de electores ya han solicitado boletas ausentes para votar por correo o depositarlas en urnas habilitadas en distintos puntos del estado, un número similar al registrado en las votaciones del 3 de noviembre.
Según Stacey Abrams, que dirige Fair Fight, la organización que fundó hace dos años tras perder las elecciones para la gobernación de Georgia frente al republicano Brian Kemp y una de las figuras claves en la victoria de Biden en este estado, de ese más de un millón de personas que planean votar por correo hay 85.000 electores que no participaron en los comicios de noviembre y que “son jóvenes y de color”, un grupo clave para los demócratas.
Los sondeos prevén unas elecciones reñidas, como en las pasada elecciones en Georgia, donde Biden superó al presidente Donald Trump por un estrecho margen de menos de 12,000 votos, pero que le valieron para adjudicarse la primera victoria de un candidato demócrata a la Presidencia en este estado desde la década de 1990 cuando ganó Bill Clinton.