Washington — El jefe negociador norcoreano, Kim Myong Gil, aseguró este sábado que el diálogo con Washington sobre el desarme de Corea del Norte está suspendido, pero el Departamento de Estado de Estados Unidos afirmó que las dos partes han tenido "buenas conversaciones" y planea asistir a otra reunión en dos semanas.
La delegación norcoreana y el equipo estadounidense retomaron este sábado en Estocolmo sus negociaciones sobre desnuclearización, estancadas desde febrero a raíz de las diferencias mostradas por ambos países con respecto al modelo para desarmar al régimen.
Al concluir la reunión, las dos partes ofrecieron a la prensa diferentes versiones sobre lo ocurrido y ni siquiera se pusieron de acuerdo sobre si el diálogo continuará o no en el futuro.
El primero en hablar fue el jefe negociador norcoreano, Kim Myong Gil, quien en declaraciones a los periodistas en Estocolmo aseguró que las negociaciones se habían suspendido porque Washington se había mostrado inflexible en sus posiciones sobre el desarme.
"Las negociaciones no han cumplido nuestras expectativas y finalmente se interrumpieron", dijo Kim.
Horas después, en un comunicado, la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Morgan Ortagus, consideró que esos comentarios de Corea del Norte "no reflejan el actual espíritu de la negociación que duró ocho horas y media".
"Estados Unidos aportó ideas creativas y tuvo buenas conversaciones con sus homólogos norcoreanos", señaló Ortagus.
En esas negociaciones, según Washington, la delegación estadounidense "revisó los eventos" que han seguido a la histórica cumbre de Singapur el 12 de junio de 2018, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, se comprometieron a trabajar por la "completa desnuclearización de la península", pero no concretaron en qué consistiría ese proceso.
"La delegación de EEUU revisó los eventos que han seguido a la cumbre de Singapur y han hablado sobre la importancia de un compromiso más intenso para resolver los muchos problemas que preocupan a ambas partes", detalló Ortagus.
Según la portavoz, Washington ha aceptado una invitación del Gobierno sueco para asistir de nuevo a Estocolmo en dos semanas y continuar el diálogo con la delegación norcoreana.
"EEUU y Corea del Norte no superarán un legado de 70 años y de hostilidad en la península de Corea en el transcurso de un solo sábado. Estos son asuntos importantes y requieren un fuerte compromiso de ambos países. Estados Unidos tiene ese compromiso", subrayó Ortagus.
Las conversaciones entre ambas partes han estado rodeadas de un gran secretismo, lo que se había considerado como una señal del interés de ambas partes por evitar el ruido mediático y por romper el bloqueo que persiste desde la cumbre de Hanói de febrero.
En Hanói, Corea del Norte pidió una desnuclearización y una relajación de sanciones gradual, algo que la Casa Blanca consideró inaceptable porque quiere que el proceso de desarme comience de manera inmediata.